Internet, historia y contexto
Si bien las primeras pinceladas públicas de internet se inician en 1994, su adopción masiva no se produjo hasta bien entrado el Siglo XXI con la convergencia de diversos hechos:
- La baja sostenida de los precios de los equipos de computación.
- El desarrollo y difusión de los teléfonos inteligentes
- El desarrollo y difusión de las tabletas
- El desarrollo, en el marco de una feroz competencia, de una innumerable cantidad de sitios web con objetivos comerciales
- La baja sostenida y generalizada de las tarifas de acceso a internet
Lo ocurrido en estos últimos 10 años (desde la aparición de la web 2.0) puede sintetizarse en el indudable desplazamiento del crujiente paradigma de comunicación vertical y jerárquico, a manos de un modelo comunicacional casi perfectamente horizontal.
En la nueva comunicación en red, se diluyen las jerarquías y la comunicación fluye “entre pares”. La revolución digital sacudió los hábitos de la vida humana creando nuevas formas de contacto personal y grupal, nuevos lenguajes, nuevos modelos de comunicación, etc.
La revolución del conocimiento
Toda esta nueva dimensión descripta no llega por casualidad. El conocimiento ha avanzado a pasos agigantados, instaurando una nueva sociedad en la que autor y lector se confunden en un mismo plano social.
Junto con la capacidad creciente de almacenar cada vez más información y hacerla circular cada vez más y mejor por la sociedad, en una suerte de círculo virtuoso nace la sociedad de la información.
Simultáneamente, el nuevo poder individual de apropiación crítica y selectiva de esa información, da lugar a la sociedad del conocimiento.
El individuo post digital emergente del proceso descripto es el prosumidor .
Ahora las personas protagonizan activamente sus consumos, licuando así el poder que sobre ellos tiene el marketing y la publicidad.
El hiperindividuo es la máxima expresión de este fenómeno. Ya no se trata solo del prosumidor maximizando el uso de su tiempo y su dinero, utilizando las infinitas herramientas que la web pone a su disposición. Estamos frente a la intersección de diversas revoluciones tecnológicas simultáneas que han dotado al individuo de un poder sin precedentes, en medio de océanos infinitos de información de libre acceso que lo ayuda y empuja a protagonizar sus consumos, su educación, su fe, etc.
El hiperindividuo es la máxima expresión de este fenómeno. Ya no se trata solo del prosumidor maximizando el uso de su tiempo y su dinero, utilizando las infinitas herramientas que la web pone a su disposición. Estamos frente a la intersección de diversas revoluciones tecnológicas simultáneas que han dotado al individuo de un poder sin precedentes, en medio de océanos infinitos de información de libre acceso que lo ayuda y empuja a protagonizar sus consumos, su educación, su fe, etc.
La reciente venta del prestigiosísimo periódico The Washington Post a Jeff Bezos, fundador y dueño de Amazon, la empresa pionera mundial de comercio online, es una consecuencia concluyente de la enorme dificultad de los medios tradicionales para adaptarse a los nuevos modelos digitales de difusión, a pesar de su enorme poder y prestigio.
La evangelización digital
Los tres mil millones de usuarios diarios de la web, la horizontalización de las relaciones sociales y ese nuevo estilo de ciudadano digital que es el prosumidor, definen por si mismos una nueva realidad conceptual que merece ser atendida y entendida en su todo y en sus partes. Ese será el mejor y único camino para la elaboración de un mensaje convocante.
Allí están, los destinatarios del mensaje evangélico, a toda hora y en todo lugar, en sus computadoras o sus móviles en una vigilia permanente del mensaje que los lleve a vivir con esperanza en un mundo cuya realidad cotidiana es sumamente compleja.
Vigilia digital (escucha activa)
“No es posible gestionar lo que no se mide” William Edward Deming
El nuevo mundo digital tiene una característica que lo distingue profundamente del analógico (por oposición) y es que toda acción digital generada por un individuo deja una estela de datos cuantitativos sobre la que es posible elaborar conclusiones cualitativas. Internet y sus plataformas sociales funcionan como una gigantesca y legítima plataforma de encuestas espontáneas. Todo allí se convierte en datos perfectamente accionables sin invadir ni poner en riesgo la privacidad de las personas. Las huellas de los caminos digitales transitados por los que ingresan a un sitio web o a las redes sociales, permiten aproximarse a interpretar sus deseos y con ello formular y reformular nuevas opciones atrayentes para el usuario, a partir de complejas herramientas de análisis estadístico.
El monitoreo digital del conjunto de las herramientas digitales es mi campo de acción y el foco de este blog. Un permanente, profundo y sistemático análisis estadístico de los datos públicos del tráfico de los sitios web del universo de www.vatican.va.
“...No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio...” Francisco
Internet es una nueva plaza virtual en la que miles de millones de personas nutren cotidianamente, su necesidad de información, de conocimiento, de satisfacción de necesidades de bienes materiales e inmateriales.
La iglesia comprende este nuevo fenómeno y tiene muy fuertes referentes.
